La Nueva Banca

¿Quién no ha sufrido alguna vez una de esas interminables esperas en la cola de un banco? ¿Quién no ha pensado en ese momento el “por qué no habré venido un poco antes”? Pues bien, cada día que pasa estamos, para bien o para mal, más cerca de que estas situaciones se den cada vez menos hasta que se conviertan en solo un mal recuerdo. Y, cómo no, es una vez más gracias a internet. La banca por internet es y será la herramienta cada vez más usada por todos nosotros para gestionar todo lo relacionado con nuestras cuentas. A día de hoy es el modo más cómodo y fácil de acceder a todos nuestros movimientos bancarios, transferencias, pagos… solo hay un problema. Y es, como todo lo relacionado con todo aquello que relaciona internet y dinero, el miedo por parte de los usuarios. Como todo aquello que no es tangible, que no podemos ver o “tocar”, que no podemos estar presentes, nos inspira si no miedo sí un poco de respeto y reticencia. Para ello, ahora más que nunca, los bancos y cajas deben adoptar como principal estrategia en este campo de servicios el inspirar seguridad a sus clientes, mediante una promoción de sus servicios online presentando y ofreciendo la máxima seguridad, siendo capaces de llegar a todas esas personas que se muestran un poco reacias a dar ese paso de comodidad para emplear todas las facilidades que ofertan. Anuncios mostrando lo sencillo y seguro que resulta, por ejemplo, hacer una simple transferencia vía internet, el hecho de reducir comisiones a aquellas operaciones realizadas mediante este medio, aplicaciones para todas las plataformas móviles para adaptarse a todos los usuarios pueden ser medidas que ayuden a dar ese primer paso que puede que cueste al principio. Dando esa seguridad se garantizan ahorrar tiempo y costes en oficinas y animan a los usuarios a realizar probablemente más operaciones ya que tienen muchas facilidades para llevarlas a cabo, viéndose respaldados siempre por las garantías de seguridad y privacidad que operaciones como las relacionadas con el dinero de los clientes merecen. Tenemos como claro ejemplo ING, banca holandesa, que se ha hecho un hueco entre los bancos más populares caracterizándose principalmente por su ausencia de oficinas físicas y más orientada al servicio vía telefónico y vía web, y todo ello respaldado por una buena estrategia publicitaria y de uso sencillo para los clientes.