Recientemente hemos vivido unos días de actividad frenética en cuanto a actividad en el sector de la propiedad intelectual. Nos referimos por supuesto al cierre de la página web Megaupload por parte del FBI. También fuimos testigos de primera mano de las excentricidades de su dueño, el llamado Kim Dot Kom.
Dicho esto, queda evidenciado que, pese a lo que muchos agoreros dicen que “ya nadie paga por la cultura”, la cartera de este señor nos demostraba que no es así.
Gran mayoría de las ganancias de él y sus empleados ha sido provocada por los millones y millones de usuarios “Premium” de sus servicios. ¿Qué nos viene a decir esto? Que al contrario de lo que se diga, casi todos estamos dispuesto a pagar por la cultura, pero quizás no tanto como la ley y la industria nos exige.
Entonces aquí es donde se enfrentan dos términos hoy en día muy delicados. Legalidad y moralidad. ¿Es legal acceder a contenidos ilimitados de cultura (véase cine, música, libros, etc.) a cambio de una suma relativamente baja de dinero mensual? La ley marca que no. Que la industria en ese caso pierde dinero. Aquí es donde hay que matizar.
La industria no pierde dinero, digamos que no gana tanto como estaría estipulado por ellos mismos. Es ético por otra parte que la industria entre en cólera habiendo películas con un coste de más de 200 millones de dólares como Avatar recauden 2000? (1000% de ganancias). La respuesta debería ser no.
Claro, también es cierto que ciertos sectores de la industria son claramente deficitarios, como puede ser en este caso el cine español, subvencionado por todos y cada uno de los ciudadanos. ¿Es ético obtener críticas de ese sector cuando se les pagan sus proyectos? ¿Acaso el espectador no está en su pleno derecho de decidir qué ve y qué no ve si además le obligan a pagar mucho por ello?
En esto, como en casi todo, hecha la ley… hecha la trampa. Trampa por parte de los usuarios no sea del todo aceptable, pero el equilibrio se encontraría en un punto medio entre la industria y los usuarios. Quizás el FBI después de cerrar Megaupload se sienta orgullo cuando consigue tapar varios agujeros de un colador… sin saber que el agua se filtra con más potencia por el resto de orificios…
¿Cuánto tardaremos en conocer el nuevo Megaupload? ¿Cuánto tardarán los ejecutores de la ley en “ganar” su siguiente batalla? Pronto lo sabremos, sin duda.
BJE
Enhorabuena por el post. Me ha encantado. La frase "Quizás el FBI después de cerrar Megaupload se sienta orgullo cuando consigue tapar varios agujeros de un colador… sin saber que el agua se filtra con más potencia por el resto de orificios… " ha estado brillante.
ResponderEliminarEnhorabuena nuevamente por tus preguntas reflexivas
Estoy de acuerdo con el blog empresarial,enhorabuena!
ResponderEliminarCreo que la industria a la que te refieres debería de comunicarse con sus usuarios y ver realmente si están contentos.Porque si la gente se ha enfadado por el cierre de megaupload debe de haber una razón. Esta claro, sobre todo en España que si a las personas nos dan algo gratis,no vamos a desaprovecharlo,pero yo en mi caso,las series si que las veía ahí y los domingos soy la primera que va al cine!
De todas formas,sigue habiendo maneras de ver peliculas y series online,pero a los usuarios no nos gusta decirlas no vaya a ser que se saturen!!;)
La razón es por la pérdida de las películas gratis o a buen precio y de los estrenos al momento.
ResponderEliminarY actualmente muy pocas empresas o sitios web pueden ofrecernos eso de forma legal.
Existe Canal Plus, sería lo más cercano a una solución, pero nunca podrá conseguir los estrenos en el momento, es imposible legalmente.
Están en el punto de mira todas esas otras vías para verlas gratis, y estas mismas lo saben, por ello se están quitando todos los archivos almacenados sin los derechos de autor, para huir del FBI.
Pero siempre quedará sitios de descargas como Ares, que son más difíciles de pillar por el FBI, ya que no almacenan los contenidos en unidad, si no que tienen partes de usuarios, lo que les sirve de escudo.
Muchas gracias por seguirnos,
BJE